Me gusta mirar caminar a mi gata como descubriendo todo por primera vez, cada vez.
Leer mi horóscopo tomando café con leche.
Caminar mirando el cielo, al punto del esguince.
Vivir en pisos altos, para observar el mundo a cierta distancia, antes de bajar y mezclarme.
Y últimamente me imagino al argentino promedio mirando gran hermano, mientras se embadurna en baba de caracol y se corta las uñas de los pies.
Podría intentar ser poética, pero no tengo ganas.
18.4.07
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6 comentarios:
a mi, me gusta esta loquísima coincidencia de entrar a tu blog por azar y descubrir que posteaste justamente hoy...
y sos poética aún sin ganas, aún sin querer, kiki... la poesía no es más que un modo de mirar la vida y sin dudas tenés esa mirada mágica!!
aguante la baba de caracol
pensemos en algo nuevo para comercializar, después de eso todo puede funcionar
beso
Pit
brindo por las locas coincidencias que no lo son tanto, por la poesía, la luz, la música y los inventos que nos pueden salvar del tedio y la mishiadura! juntemos neuronas cuando quieran,
besos
Que bueno saber que alguna pelirroja nos mira desde lo alto de su torre. Debere mirar las ventanas mas seguido...
Don chancho...andesé con cuidado que las veredas de mi pago no están en las mejores condiciones vio?
Yo uso mi propia baba.
Tengo la piel bárbara.
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