4.5.10

Qué ves cuando me ves? o Ajenas III

Caminando por una avenida ventosa –abril en buenos aires es cada vez más impredecible- me cruzaba con gente apurada.
En una esquina quedé detenida por la mirada inclasificable que me dirigió una señora. Y lo supe, ahí: hay algunas personas en mi vida a las que reconocería aunque mañana cambiaran por completo su aspecto, sexo, nacionalidad.
Mientras retomaba la marcha dejé de pensar en término persona y empecé a pensar en término seres. Tenía un poco más de sentido pero igual me resultó extraño. Me pregunté si a esos seres les pasaría lo mismo conmigo, o si fue eso lo que nos hizo elegirnos desde el principio, sin saberlo.

Ese fin de semana, todavía un poco abrumada, hice silencio y leí.

La página 116 de Aprendizajes o el libro de los placeres, de Clarice Lispector, en la edición del 2005 de Siruela, mientras habla de Lori –la protagonista femenina- arranca diciendo:

Pero su búsqueda no era fácil. Su dificultad era ser lo que era, lo cual, de pronto, se transformaba en una dificultad infranqueable.

Un día buscó entre sus papeles desparramados por los cajones de la casa la prueba del mejor alumno de su clase, que quería revisar de nuevo. Y no la encontraba, aunque recordase que al momento de guardarla había puesto especial interés en no perderla. La búsqueda se hacía inútil. Entonces se preguntó, como lo hacía antes, ya que perdía a veces las cosas que guardaba, si yo fuese yo y tuviera un documento importante que guardar, ¿qué lugar eligiría?

En la mayoría de los casos le ayudaba a encontrar lo perdido.

Pero esta vez quedó tan atrapada por la frase “si yo fuese yo” que la búsqueda de la prueba se había vuelto secundaria y comenzaba sin querer a pensar, lo que en ella era sentir.

Y no se sentía cómoda. “Si yo fuese yo” había provocado un malestar: la mentira en que se había acomodado acababa de ser levemente trasladada del lugar donde se acomodara. Sin embargo ya había leído biografías de personas que de pronto pasaban a ser ellas mismas y cambiaban enteramente de vida, por lo menos de vida interior. A Lori le parecía que si ella fuese ella, los conocidos no la saludarían en la calle porque hasta su fisonomía habría cambiado. “Si yo fuese yo” parecía representar el mayor peligro de vivir, parecía la nueva entrada a lo desconocido.
No pude avanzar más en ese momento, cerré el libro con una mezcla de alivio, complicidad y agradecimiento por la obra de esta mujer.
¿les pasó algo así?

9 comentarios:

Juicy dijo...

upa, me sigo rascando la cabeza.

algonomade dijo...

si claro, ahora me estoy secando las lagrimas, despues de leerlo...

natural mente dijo...

ai yo fuese yo....mamita...me da como vértigo.
momento: yo soy yo...con y sin las mascaras. qué lindo laberinto mental!
grazie kiku :)

kika dijo...

juicy, a mi me pasó lo mismo.
la anécdota es que desde que tuve el libro en mis manos hasta que lo pude leer entendiendo pasó muuucho tiempo (y mucha agua bajo el puente).

algonómade, no era para hacer llorar a nadie el post, le juro.

natural mente, me dio vértigo también, te lo afirmo acá. como llegar al punto de no retorno. graciavó :)

beso a los tres!

Anónimo dijo...

El problema de pensar en mí siendo yo es que TAMPOCO encuentro mis papeles. Pero ahora que me lo comentás, le voy a decir a ella (o sea yo) que sea más ella (o sea yo)y piense dónde está lo perdido. Capaz que...

EP

kika dijo...

jajajajajajajajaja
descontextualizado suena esquizo total.
beso EP

(evidentemente el video no te gustó un pomo porque no dijiste ni muu) (igual te quiero, gracias por pasar por aquí)

p dijo...

mmm, entonces si you fuera vos, o yo, debería cerrar la pc en este momento...

que grosa clarice. mi copia del libro de los placeres también está esperando el punto justo de maduración.

viajando me he dado cuenta que fuera de mi ámbito, sin testigo alguno, sin ojos ávidos de tal o cual comportamiento de mi parte, era el escenario perfecto para ser quien quisiera ser, para delinear libremente un yo distinto cada vez. sorprendime gratamente al elegir ser yo.

te quiero kiki!
tu existencia me hace feliz.

kika dijo...

te diste cuenta que nos ponemos al día en 3 minutos desde el culo del mundo y empezamos a delirar con lo cotidiano? te diste cuenta que siempre terminamos hablando de viajes reales o metafóricos? :) cómo te quiero mujer!
si señora, en los viajes se hace muy presente esto de las elecciones del ser, sin el condicionamiento de la mirada conocida y ajena, coincido y entiendo.
me ahorro el "snif" hoy y agradezco la suerte que tengo y tu hermoso mensaje.

p dijo...

=)